TRATAMIENTO QUIRURGICO

TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Indicaciones de cirugía
La indicación de tratamiento quirúrgico (convencional o endovascular) de la EAP dependerá sobre todo de la valoración conjunta de dos aspectos fundamentales, como la situación clínica del paciente y el territorio vascular que precisa reconstrucción .
La indicación más clara de revascularización la constituye el paciente con estadios avanzados de isquemia (III y IV), debido al elevado riesgo de pérdida de extremidad que conllevan estas situaciones. En estos casos, independientemente del territorio afectado, se debe realizar algún tipo de reparación quirúrgica.



En la indicación de la intervención también se debe valorar la técnica quirúrgica que precise el paciente. Es conocido que las cirugías de derivación femoropoplíteas e infrapoplíteas muestran mejores permeabilidades cuando se utiliza la vena safena del paciente que cuando es preciso implantar un conducto protésico. Por ello es poco recomendable implantar una prótesis en el sector femoropoplíteo para tratar una claudicación intermitente.
La indicación en las otras categorías dependerá de la valoración de las comorbilidades del paciente, las preferencias de éste una vez informado exhaustivamente, y de los resultados del equipo quirúrgico.


CIRUGÍA DE REVASCULARIZACIÓN

La afectación difusa, extensa se trata de forma óptima habitualmente mediante el implante de una prótesis aórtica unifemoral o bifemoral (figs. 5 y 6). Se trata de una técnica de efectos conocidos, bien sistematizada y que ofrece unos resultados en términos de permeabilidad superiores al 85 y el 80% al cabo de 5 y 10 años, con cifras de mortalidad operatoria inferiores al 5%4 . Sin embargo, es una cirugía arterial mayor y precisa cuantificar el riesgo quirúrgico para seleccionar a los candidatos más adecuados.




ANGIOPLASTIA/ENDOPROTESIS
En este procedimiento, se desliza una pequeña sonda hueca (catéter) a través del vaso sanguíneo hasta la arteria afectada. Allí, se infla un pequeño balón en la punta del catéter para reabrir la arteria y aplanar el bloqueo sobre la pared de la arteria, al mismo tiempo que esta se dilata y abre para aumentar el flujo sanguíneo.  Se puede hacer con un stent vascular, que consiste en la colocación de un pequeño tubo de malla de alambre adentro del vaso sanguíneo para ayudar a mantenerlo abierto.




BIBLIOGRAFÍA

- Serrano, F. (2007). Enfermedad arterial periférica: aspectos fisiopatológicos, clínicos y terapéuticos. Extraído de: http://appswl.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=13109651&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=25&ty=107&accion=L&origen=cardio&web=www.revespcardiol.org&lan=es&fichero=25v60n09a13109651pdf001.pdf&anuncioPdf=ERROR_publi_pdf

-Mayo Clinic. (2017). Enfermedad arterial periférica. Extraído de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/peripheral-artery-disease/diagnosis-treatment/drc-20350563